domingo, 5 de octubre de 2014

20141004 VIII CONCENTRACION DE PARAMOTOR "VILLA DE SONSECA" 2014

Eran las cinco de la tarde y ya estábamos todos en ruta. Los primeros que llegamos a Orgaz fuimos Tomas, su padre, Esteban, Paloma, Asun y yo. Pusimos rumbo al Atochal y media hora más tarde llegaban Alberto, Paco, Carmen, Pedro, Elena, Víctor, Héctor y Eli.

Apenas nos habíamos instalado bajamos al campo de vuelo para tomar contacto y poner las máquinas a punto. Entre tanto José Ramón y sus hijos estaban pasando la trilla para sacar las pocas hiervas que asomaban por allí.

Esteban salió a la segunda, después de correr entre cepas en el primer intento. Víctor lo hizo a la primera. Pedro, que lidiaba con todo un equipo nuevo (un 220 airmax HE montado sobre un viejo y destartalado chasis de un C1 y una Epsilon 6), rompió en el segundo intento y yo, ya de noche, salí usando todo el largo de la pista, y es que la tarde estaba sosa, con poca brisa y menos densidad, que nos complicó despegues y aterrizajes. Mientras sucedía todo esto, Paco reparaba el paramotor de Pedro y Antonio que tenía roto un silentblock.

En un alarde de logística sin precedentes, nos pusimos en contacto con los Migueles para que nos trajesen unas palas de Campo Real y Paco le hizo un lifting de urgencia al equipo que había usado Pedro.

Ya terminando de cenar llegarían los Migueles (con las palas).

Amanece un precioso día en el Atochal, desayunamos los pilotos y una copiloto que se estrenaba en el cargo. Elena volaría por primera vez en paramotor, con Alberto, y a judgar por la expresión de su cara al bajar, no será la ultima vez que se suba a un trike.

Enseguida comienza a llegar gente. Inscripciones, briefing... Yo estoy probando el empuje de las palas y no me entero de la ruta. Finalmente Pedro sale con mi equipo y yo salgo a pie con el 220 de Hermes. Para más coincidencias, fue tan completo el desayuno del Atochal que puso inoportunamente en jaque mi equilibrio intestinal y por aquello de no perderme nada asistí a todos los despegues, después solucione la urgencia en cuestión y finalmente partí indocumentado y sin GPS en dirección para alla!

Resultado, volé solo casi tres cuartos de hora y me perdí la ruta y casi todo lo que os cuento ahora.

Por radio les iba pidiendo detalle para poder reunirme con ellos. Volé hasta el pantano de Finisterre y allí cogí dirección Consuegra, nuestro destino, siguiendo la CM42, pero atendiendo las indicaciones de Pedro giré a la derecha para buscar la CM4054. A todo esto escuchaba que Esteban había aterrizado en Consuegra y que tenía la vela abierta para intentar salir de nuevo. Después sabríamos que aterrizo para cambiar de agua al canario, fumarse un cigarro y ver por qué no podía hablar con el resto por la radio (llevaba otra frecuencia...).

Al rato escucho decir a Paco que tiene problemas con su motor. Enseguida anuncia parada y mas tarde buen aterrizaje cerca de la carretera. Pedí por radio a Tomas que cogiera mi furgoneta y fuese a recogerle.

Por fin comienzo a ver vida en el cielo, estoy sobrevolando a Paco en el suelo, a Alberto y Elena que están sobre él, a Pedro, que me pide que le controle el combustible, Víctor y otras velas...

En esto que Miguel comunica problemas de motor, enseguida la parada y la dificultad para encontrar sitio para aterrizar. Habla de tratar de salir de un olivar y de unas viñas donde están cogiendo uva. Minutos más tarde comunica buen aterrizaje y que la parada fue por falta de combustible.

Esteban, después de lo del canario, trató de despegar. Entre viento cero y lo esponjoso del suelo acabo esmorrado y con el equipo roto.

En definitiva, que Tomas no se aburrió. Echó la mañana recogiendo del campo fruta madura!

Ya todos recogidos y aterrizados tomamos aperitivo y una rica comida en el Atochal.

Más tarde premios y sorteos.

Por la tarde mucho viento. Recogida de trastos y cada mochuelo a su olivo.

Muchas gracias como siempre a José Ramón por gestionar tan agradable evento.

Nos vemos en la siguiente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario